¿Y el unicornio peruano pa’ cuando? O cómo clasificar al mundial de las startups
octubre 18, 2022

Una de las grandes aspiraciones del ecosistema peruano (y expectativa del ecosistema regional) es que el Perú pueda tener su primer unicornio (emprendimiento con valoración de US$1.000 millones o mayor). La sensación es similar al sentimiento que se tenía –en las épocas de sequía clasificatorias- antes que Perú clasificara al mundial de futbol luego de 36 años o a la expectativa plasmada en el titulo de la popular canción de Jennifer López: el anillo pa’cuando.
¿Por qué ese milestone es tan importante? Más allá del orgullo natural de entrar al selecto grupo de los países latinoamericanos (Argentina, Brasil, Colombia, Chile, México, Ecuador y Uruguay -el tamaño del país no es requisito-) con al menos uno de los 35 unicornios que hay en la región, a lo que se aspira es a que al lograrlo se genere un abre puertas a capitales, mercados y clientes. También generar ese efecto domino y el ‘sí se puede’ tan positivo que se crea al quebrarse un techo de vidrio. Pasar de una mentalidad de escasez a una de abundancia, a creérsela.
¿Tenemos acaso los peruanos una menor capacidad de generar ideas innovadoras, modelos de negocio disruptivos, visión o inspiración que atraiga y convenza capitales y financistas? Claro que no. Pero la realidad es que hay algo no está terminado de funcionar.
Se puede decir que en estos días de contracción de los mercados y de fuentes de financiamiento es menos probable que se pueda generar un unicornio en el Perú. El pipeline de soonicornios locales es muy pequeño y salvo Creana, todos son medianitos para pequeños nomas. Mientras que al Perú aterrizan los Betterfly, Kavak, Rappi, Kushki , etc (todas unicorniso espectaculares).
Sin embargo, estoy convencido que sí es posible, ya que justamente en circunstancias de escasez de capital es cuando hay mucha más claridad y selectividad para sobresalir del ‘pack’. Entonces ¿cuáles serían esos factores que nos permitirían dar ese salto de calidad y de autoestima en el ecosistema emprendedor local? Mi perspectiva se refleja en las siguientes recomendaciones:
Primero, creérsela. En serio. Nuestros emprendedores son súper esforzados, pero cuando se trata de diseñar y presentar sus planes de expansión, ideas o levantar capital, vamos como los chiquitos del barrio. Con pena (en su significado mexicano). Pedimos poquito, nos valoramos (la empresa) poquito. No se hace el pushback. El sueño llega a alcance regional a lo mucho y pocas veces es global. La escalabilidad (realista claro) casi siempre se queda corta.
Por otro lado, se necesita salir de la zona de confort. No basta ser o querer ser el top de Perú esperando que alguien más grande nos compre la idea o le atraiga el market share o posicionamiento alcanzado localmente. Hay que ir a por todas. A conquistar países más grandes y ser disruptivos allá, afuera. De visitante. No conformarse ser un big fish in the small pond, sino buscar ser un big fish in the large lake.
Potenciar el eco sistema. Los emprendedores no pueden hacer todo. Necesitan de guía, de mejores prácticas, y claro, capital. Las aceleradoras, fondos de inversión e inversionistas ángeles locales son claves en esta dimensión. Podrían jugar el partido a la ofensiva, expandir aún más las oportunidades y apostar sabiendo que si bien el hit ratio puede ser menor al inicio, se trata de venture capital finalmente. Toca también al estado facilitar la creación de empresas e incentivar el empredurismo innovador a todos los niveles de la sociedad. No pedir ventajas sino no crear desventajas.
Las ideas o el modelo de negocio de estos emprendimientos tienen que ser originales, no basta repetir lo que ya funciona, lo que se hace en otros países para encontrar un espacio aquí y nos puedan comprar cuando esos grandes vean al Perú como parte de su expansión.
No piensen en el exit antes de tiempo. No es que planearlo sea malo -y se saluda a aquellos que lo han logrado- pero no conozco un unicornio que haya logrado ese status (esa valoración refrendadas por inversionistas) con sus fundadores pensando iniciar el emprendimiento para venderlo a los cinco años. Ojo, no se juzga esa opción totalmente valida, pero no será un unicornio.
Preparación. La realidad de los emprendimientos del siguiente nivel se basa en que sus fundadores . Además de con una buena idea, vienen con amplia experiencia profesional, corporativa en consultoras de renombre o en la industria financiera o capital de riesgo y con equipo -si acaso no ellos mismos- con maestrías en universidades top en EEUU o Europa. Ejemplo clásico Nubank: sus fundadores fueron parte de Sequoia y graduados de Stanford.
Toca que el espíritu emprendedor se libere en los profesionales clásicos, aquellos banqueros de inversión, consultores en las Big 4, profesionales en fondos de inversión, en multinacionales de tecnología y que sigan ese llamado, ese sueño. Claro, para los que los tengan. Ser emprendedor es tomar riesgos y si bien eso no es para todos, la realidad es que se requiere más de esos emprendedores en el Perú.
Tengo certeza que el primer unicornio peruano ya existe, falta hacérselo saber a esos fundadores.
Artículo publicado originalmente Diario Gestión el 18/10/2022